Cordones de los pasos dentro de un espacio moderado, a la cercanía del pedacito que vemos y no observamos. Anclados y descontrolados....Miradas y tragos; música y alma. Te envidio y me observas. Dentro de un diminuto núcleo de almas estoy.
Estoy y no aparezco, renazco y me calma el frio de la noche. Digo cosas y escribo razones que no componen una estrofa ni tampoco un final. Virgen sensación; sentir dentro del núcleo y expresar los sentidos de diferencias en una armonía resonante y sonante.
Te escucho... Te siento, eres parte de mi núcleo. Quiero ser parte de tu propio. Respira, expresa; calma y congela.
Se supone que todos estamos aquí. Y vuelvo a temblar dentro de la melodía. No existe comentario; existe un pudor y aun no lo sabes.
Amanecer compartido y sin piedad. Qué triste soledad.
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