Empujando horizontes, dentro de un circulo lineal alejado por mi propia mirada. Rogando por estar cerca sin mostrarse cercano. Escribiendo sobre polvo húmedo y unas piedras el destino no destinado a iniciar…Pero espera su continuación. Empujando los pasos, pesados pero no abatidos; detenidos en lo irónico de otro circulo lineal…Que no se deja sentir sin antes ser visto.
Pasos pesados de un mundo personal, que lucha con su ironía y le juega una maldad a un núcleo de almas… Con sus hilos y vivencias… Y aun están pesados.
Necesito ver de nuevo el horizonte, recordar y transmitir, vivir y dejar pasar; continuar sin lastimar. Se hace liviana la carga que llevan los pasos y lo irónico deja de serlo. Que intensa y rica sensación al despojar el núcleo de almas y el mundo personal. Exhausto es lo único que me llega a la mente, sin un solo movimiento.
Empujando horizontes a donde no quieres llegar, es una triste pero viva actividad que se limita a volverse un ciclo, inesperado y contagioso; amargado y con escasos vínculos.
Solo basta con mirar y los horizontes ahí estarán.
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