Es lo que siento, es lo que padezco. Vínculos con fisuras que amargan a cualquiera, incluyendo al creador. Despechos de relaciones que pueden más que una razón. Hipocresía y amargue ligados en un trago amargo que te lo sirven con sal y pimienta…para que te pique y para que te duela.
Un interés amargo y caprichoso. Que cree que resuelve todo problema al que lo padece. Sin importar los problemas que crea a su alrededor. Como lacras se escabullen; como sombras se asoman, y quieren opacar cosas buenas del corazón. Hipócritas de mierda.
Que te valgo, con que te ayudo? De nada vale, solo importa tu bienestar. Que soy malo y tu peor, que pienso en mi y tú en ti y la desgracia de los de al lado. Cuanta malicia acumulada; cuantas culpas acumuladas. Eres peor que yo.
Los vínculos y sus fisuras me acuerdan que nada ni nadie es perfecto y que tenemos que aceptar como cada quien es. Pero de ahí a dejar que quieran joder algo por sus estúpidos caprichos; es otra cosa. Sin darle importancia a lo importante; sin darle interés a la amistad, se jode y se jode. Hasta no ver que algo lindo esta como tú; podrido por dentro y por fuera. Que estupidez, que insensatez, no se podía esperar más de ti.
Vínculos e intereses. Fisuras con amistades. Relaciones que padecen el mal de los terceros que se quieren sumar a un producto único de amargura en común. Ridículas e insensatas. Es lo que creo y parezco mientras me acompañan los que no tienen que ver con esto. Terminen por madurar y no hacer de tres un problema de un par.
Y la fisura se abre hasta no aguantar más. Hasta luego.
1 comentario:
Me dejas encolochado con lo que dices.
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